Las Ventas. Madrid. 8 de mayo de 2010
A puntapiés
Por Paz Domingo
Pasaban de las ocho de la tarde oscura, cuando el toro que hacía quinto derrumbaba sobre el ruedo su deslomado cuerpo. No era de la ganadería titular. No era lo suficientemente adiestrado para el matador de marras, apodado El Capea, que es hijo de su padre, sobrino de algunos amigos y ahijado del empresario (se supone). Dicho artista movía la cabeza con teatralidad contrariada. Impulsaba la muleta a modo de gancho para echarle el cable que izara los quinientos kilos aplomados. A su auxilio acudieron impetuosos los subalternos, y el que evidenciaba mayor responsabilidad en las lides imprevistas, con mucho disimulo, se puso a darle puntapiés en las mismas posaderas al infortunado mamífero, descompuesto en la agonía de la muerte.
Crónica completa en http://sites.google.com/site/toroaficion/san-isidro-2010/10-san-isidro-03
domingo, 9 de mayo de 2010
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