sábado, 1 de mayo de 2010

Análisis filosófico

Las corrientes animalistas toman posiciones en el mundo actual e inmediato. La convivencia se enlaza en nuestro alrededor entre partes no encontradas, entre estas corrientes y la pervivencia del espectáculo taurino, concluye en la misma percepción de la vida y de la muerte. Juan Palette-Cazajus, gran aficionado, hace un repaso filosófico para "rastrear la permanencia solapada de la memoria animista debajo de la racionalidad gráfica y conceptual que caracteriza la modernidad occidental" y "cómo el mundo taurino se basta solo para dar mala estocada y peor puntilla a la Tauromaquia".

Los toros, entre reverencia
piadosa y ansiedad


Por JUAN PALETTE-CAZAJUS
(...) Pero el mundo taurino se basta solo para dar mala estocada y peor puntilla a la Tauromaquia. Frente a quienes siguen soñando con un modelo ideal a la manera platónica, la realidad cotidiana de los ruedos aparece tan pálida y desvaída como la que se reflejaba en el fondo de la caverna, allá en el libro VII de “La República”. En este contexto de trivialidad expansiva, cada vez resultará más difícil acudir a la Plaza de Toros con la única actitud susceptible de conferirle dignidad al ritual y a quienes lo presencian. Es decir “con la mezcla de reverencia piadosa y de ansiedad” que requiere la relación a vida o muerte con “la sustancia peligrosa de los seres vivos”. (...)
Texto completo en
http://sites.google.com/site/toroaficion/opinion/juan-palette-cazajus

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