El gobierno chino y el ex matador de toros Manolo Sánchez han firmado un acuerdo para realizar festejos taurinos en las cercanías de Pekín. Se construirá un recinto de temática española que contará con una plaza de toros, un espacio para la fundación de una ganadería y una bodega.
El compromiso es instaurar una temporada taurina, con dieciséis corridas, donde se realicen las suertes de la lidia, excepto la de matar. Editorial sobre este tema:
La pirotecnia global
Éste parece ser el futuro. La tristeza última del singular espectáculo del mundo de los toros. El novísimo refugio en dar pelotazos sin prejuicios. Basta con el afán desproporcionado para llenar los bolsillos, de aventurarse en escenarios incomprensibles, en aires artificiales, en alientos imaginarios, en despropósitos inconmensurables. Las tentaciones son muchas, por ejemplo la ridiculez supina y fracasada que significa Las Vegas City, e incluso -no hace falta ir tan lejos- tomar como referencia las programaciones de las ferias oficiales en nuestras queridísimas plazas que venden mucha bazofia por perfume Chanel y se encumbran como revolucionarias en las artes divinas.
¡Cielo santo! ¿Es que no hay ya sano juicio? ¿Dónde están los fundamentos de la vergüenza torera? Quién sabe dónde. Quién sabe cuándo se perdieron. Quién sabe en qué escenarios se olvidaron. Quién sabe quién los remató.
Editorial en http://sites.google.com/site/toroaficion/opinion/toros-china
martes, 17 de noviembre de 2009
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