Casi desierto

Crónica del festejo. Corrida Concurso de Ganaderías
Plaza de toros de Las Ventas, 19 de abril de 2009. Madrid.
Algo pasa si algo falla. Los toros evidenciaron una considerable nobleza. Los toreros fueron incapaces de sacar partido en su propio beneficio y en el de todos los presentes. La conclusión es que eran toros para unos diestros, que lejos de ser dominadores extraordinarios, por lo menos debían ser profesionales con una base lidiadora imprescindible, con recursos para dejar ver las características propias de los animales, hábiles para desarrollar las suertes según los principios de la tauromaquia. Sucedió al revés. Este cartel debía estar rematado, como dicen los clásicos. Por el contrario, estaba rematadamente mal diseñado. En definitiva, resultó una terna, con sus respectivas cuadrillas, impropias de un cartel en el que se presenta como corrida concurso, donde los premios merecieron quedar desiertos. El toro de Adolfo Martín salvó de la quema este simulacro de competición. Lo que podía ser una tarde para el disfrute de la afición, se tradujo en algún momento emocionante entre muchos desatinos.
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