Se fueron sin torear
Por Paz DomingoLa afición se quedó tranquila después de presenciar el espectáculo que es capaz de generar el toro, cuando en realidad se da su verdadera condición. El ganadero Fernando Cuadri, este hombre romántico de la cabaña brava, lanzó una corrida imponente de presencia y toreable en su comportamiento encastado. Y he aquí la contradicción para todos. El valor necesario para realizar la torería ni se esbozó. Con Castaño en la enfermería, Rafaelillo y Bolívar se quedaron a sus anchas para justificarse en la impotencia, para escabullir el bulto, para no dejarnos ver a los animales en el enfrentamiento con el caballo, para no aguantar ni una sola de las embestidas y para recrearse en la astucia de ocultar la condición poderosa que le ofrecían los cuadris. Es decir, que se fueron sin torear. Y el sueño se trasformó en desasosiego. (...)
Crónica completa en este enlace
Vigésimo tercer festejo. Madrid. Plaza de Toros de Las Ventas, 1 de junio de 2012. Toros de Hijos de Celestino Cuadri para Rafaelillo, Javier Castaño y Luis Bolívar.
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